Al despertarme hoy he comprendido
que todo lo vivido sólo ha sido eso,
un sueño.
Ni besos, ni palabras bonitas...
nada ha existido.
Sólo ha sido un aderezo de ilusión
para poder sobrellevar el duelo,
esa agonía, angustia...
de no sentirme viva.
Subo el volumen de la radio
por no escuchar mi llanto,
huyo de mí...
aunque sea por un rato.